Estas autoinstrucciones son una selección de las que se utilizan con mayor frecuencia.
Tienen que ver con hábitos y aprendizajes específicos del entorno escolar.
Hacen referencia a hábitos y aprendizajes específicos del entorno escolar y, aunque originariamente han sido pensadas para niños con dificultades de aprendizajes (hiperactividad, déficit de atención, falta de autocontrol,), pueden utilizarse, también, para introducir y automatizar hábitos y procedimientos de trabajo individuales o de todo el grupo clase.
El objetivo de este entrenamiento es enseñar al niño y al adolescente una forma de actuación rápida y eficaz para conseguir el éxito en una tarea o en una conducta.
Para utilizarlas empezamos priorizando las conductas que deseamos conseguir y a medida que se van consiguiendo objetivos, vamos cambiando las autoinstrucciones, dejando las que ya se han automatizado y empezando con las nuevas conductas.
Para los niños con dislexia son muy útiles porque contienen las reglas de acentuación, de ortografía y las tablas de multiplicar que pueden tener a mano para consultar.